El amor, las conquistas, las relaciones, el desamor, el dolor. Conceptos que han estado vivos en el mundo desde que el hombre descubrió la necesidad de no estar solo. Y desde esa época los seres humano hemos tratado de entender cuál es la mejor manera de no sufrir, hemos tratado de encontrar cuál es la razón por la que nos enamoramos, hemos tratado de descubrir cuál es la fórmula para el amor eterno y el alma gemela. Pero, la respuesta nunca se ha dejado ver. Tal vez es porque nos estamos haciendo las preguntas equivocadas.
El ser humano, antes de ser algo, fue animal. Después vinieron las complicaciones. La moral, el libre albedrío, la psicología, la memoria, el orgullo, la vanidad, los celos. Pero dentro de nosotros sigue estando el animal. Si tomamos en cuenta que estamos hechos con cierta información genética de la cual no nos podemos despegar, podremos entender porqué buscamos varias parejas. Porqué las mujeres piensan distinto. Porqué los hombres actúan como actúan. El macho y la hembra están hechos para procrear. Para propagar la especie. En el reino animal existen infinidad de especies e infinidad de maneras en que procrean. Algunos machos tienen que pelear físicamente por su hembra. Algunas hembras tienen que comerse al macho. Algunos machos son los que se embarazan. Algunas hembras son las que cazan. En fin. En el reino animal nadie se pone a pensar si está muy gordo o no. Si le pintaron el cuerno, si volteo a verle las nalgas a la otra, si tiene que conocer a los papás. Si realmente venimos de los babuinos, tenemos esa información genética animal tatuada en algún lugar.
Poder equilibrar al animal con el intelecto, con lo que algunos bautizan con el alma, con la energía, con la otra mitad de la que estamos hechos, es lo que es difícil.
Poder equilibrar al animal con el intelecto, con lo que algunos bautizan con el alma, con la energía, con la otra mitad de la que estamos hechos, es lo que es difícil.
La pregunta entonces no es acerca del amor y cómo manejarlo, la pregunta es ¿Cómo nos equilibramos? ¿Cómo nos entendemos para evolucionarnos?
¿Cómo liberamos ese animal del que venimos y le explicamos que ya no está solo, que se le inyectó un alma?
¿Cómo liberamos ese animal del que venimos y le explicamos que ya no está solo, que se le inyectó un alma?
Al entender nuestros ancestros, nuestra naturaleza, entendemos nuestro comportamiento. Nos sentiríamos menos frustrados si sabemos de dónde venimos, porqué lo hacemos y cómo lo cambiamos. Que no se malentienda por empezar a comportarse como babuinos. Sino solo hay que tomar en cuenta que tal vez una parte de nuestro cuerpo, léase la mente, el alma, la energía, ya evolucionó y la otra parte, la parte física sigue unos pasos atrás y está en lucha constante porque no sabe cómo comportarse. Tal vez la paciencia sea el primer paso para el equilibrio. Y poco a poco, el amor irá tomando una forma más evolucionada y menos frustrante
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